aquel aumento de la ganancia del Capital» (p. 125).
Esto sólo es cierto si quiere [significar] la tautología de que, a base de una tasa de ganancia dada , es indiferente la magnitud del capital empleado , precisamente porque la tasa de ganancia se supone constante . En cambio, de otro modo, la tasa de ganancia puede aumentar, aun siendo constante la productividad del trabajo, o puede disminuir , aun aumentando la productividad del trabajo, y aumentando, además, in every department . [91]
Es, de nuevo, el mal chiste (pp. 125-126) que consiste en afirmar que con sólo aumentar la renta del suelo se aumenta la tasa de ella, porque se calcula en cada país como un «número de yugadas invariable» (p. 126). Al aumentar el volumen de ganancia (a base de una tasa de ganancia dada), aumenta el volumen del capital de que se deriva; en cambio, al aumentar la renta de la tierra, sólo cambia [según Rodbertus] un factor, la renta misma, mientras que su pauta, «el número de yugadas», permanece fijo e invariable. [74]
//482/ «De ahí que, por una razón que se manifiesta por doquier en el desarrollo de la economía política de la sociedad, la renta de la tierra pueda contribuir a incrementar el trabajo empleado en la producción o, en otras palabras a incrementar el crecimiento de la población , pero sin que ello necesite ir seguido de un aumento del valor del producto bruto, puesto que ese resultado lo acarrea ya la obtención de más producto de la tierra» (p. 127).
[En la] p. 128 hace Rodbertus el peregrino descubrimiento de que, aunque al descender el producto bruto por debajo de su valor normal y desaparecer totalmente, con ello, la renta de la tierra, sería imposible
« que la ganancia del capital llegara a representar nunca el 100 por ciento » (siempre y cuando que la mercancía se vendiera por su valor), «ya que esa ganancia, por muy alta que sea, tiene que representar siempre bastante menos» (p. 128).
And why ? [92]
«Porque (la ganancia del capital) es simplemente el resultado de la proporción en que se divide el valor del producto. Por tanto, sólo puede representar una fracción de esta unidad» (pp. 127 s .).
Esto, señor Rodbertus, depende enteramente de la manera de calcular que usted aplica.
Supongamos que el capital constante desembolsado sean 100, que los salarios abonados equivalgan a 50 y que el producto del trabajo sobre estos 50 sea de 150. La cuenta, en estas condiciones, saldría así:
Para que este caso se dé sólo se necesita que el obrero trabaje las tres cuartas partes de su jornada de trabajo para su master ; [93] es decir, se parte del supuesto de que basta con una cuarta parte de su tiempo de trabajo para su reproducción. Claro está que si el señor Rodbertus admite que el valor del producto total es = 300 y no lo considera en cuanto al excedente sobre los costos de producción, sino que se limita a decir que este producto se divide entre capitalista y obrero, la parte del capitalista sólo puede representar, en realidad, una parte de este producto, aunque la fracción llegue [, digamos,] al 999/1000. Pero esto es un cálculo falso o, por lo menos, un cálculo inútil desde casi todos los puntos de vista. Cuando alguien invierte 150 y obtiene 300, no se suele decir que ha ganado el 50 por 100, imputando los 150 a 300, en vez de imputarlos a 150. [5
Supongamos, en el ejemplo anterior, que el obrero ha trabajado 12 horas para sí mismo y 9 para el capitalista. Hagámosle ahora trabajar 15, las mismas 3 de antes para sí y las 12 restantes para el capitalista; partiendo de la misma relación de producción anterior, habría que añadir a la inversión 25 de capital constante (en realidad, menos, ya que la inversión en maquinaria no aumentaría en la misma proporción que la cantidad de trabajo). Tendríamos, pues:
Luego viene Rodbertus, una vez más, con el aumento de la « renta de la tierra hasta el